Queridas amigas y amigos, les doy gracias por estar hoy aquí.
Este libro nos propone una nueva mirada sobre la educación a partir de la comprensión de una nueva mirada del ser humano.
Nos propone además escudriñar en nuestros ancestros y observar que siempre el ser humano ha estado empujando para descubrir una nueva realidad que trascienda lo concreto, lo tangible, las cosas. El hombre y la mujer han buscado a lo largo de la historia diversas formas y procedimientos que los acerquen a una experiencia de sentido. Han registrado la necesidad de conectarse con eso mas profundo, y se han encaminado en la búsqueda de algo que va mas allá, que rompe la aparente permanencia del tiempo y que se revela contra la finitud. Hay un hilo conductor en estas búsquedas que es la intuición, que lo va guiando hasta finalmente generar nuevas realidades, porque lo cotidiano, lo puntual, lo perceptual no les da, la plenitud deseada.
Este escrito hilvana reflexiones y pensamientos que van dando cuenta de la construcción conceptual histórica que el ser humano ha tenido sobre si mismo. De donde nace el humanismo universalista, que es una base conceptual adelantada para el momento actual. Y es una fuente de inspiración para construir nuevas realidades para los que no se sienten cómodos con la situación actual.
Además nos propone mirar desde el futuro, y ¿como sería esto? Hagamos un intento de describir lo que pasa hoy día en la escuela, como su hubiera llegado un *“marciano”* …… tendríamos que contarle que muchos niños, jóvenes y también adultos, pasan muchas horas juntos en espacios a veces no tan aptos, donde se pregonan cosas y se hacen otras, se asiste a ese lugar sin muchas ganas, ya que la mayoría de las cosas que allí pasan no tiene que ver con los intereses, ni las motivaciones, ni las emociones, sino que pertenece al ámbito de lo que *“hay que hacer”*.
La escuela es ese lugar donde se hace mención al pasado y no al futuro, donde desgraciadamente no se aprende a *“bien vivir”*. Donde a veces casi por casualidad se producen chispazos de conexión que permiten a unos y a otros reconocerse.
Donde se les entrega a las nuevas generaciones información sobre el mundo circundante, pero no se les habilita en el desarrollo de los órganos maravillosos que posee el ser humano, para transformar y transformarse. La escuela es parte de esta sociedad lanzada hacia la externalidad, donde se aleja el ser humano de su centro, de su sentido, de su interioridad.
Nuestra aspiración tiene que ver con transformaciones profundas porque imaginamos una educación gozosa y alegre, donde niños, jóvenes y adultos conviven diariamente en una aventura de aprendizaje y vivencias, disfrutando dicho proceso, creciendo, reflexionando, aprendiendo a vivir en comunidad con otros, conectándose consigo mismo y los demás. Donde se pueda tomar contacto con los registros del pensar, también del sentir y del actuar. Una educación para una nueva civilización, una educación que ayude al ser humano a dar su próximo paso evolutivo en pos de alcanzar su sentido y destino superior.
La única posibilidad de descubrir este destino es cuando el ser humano se conecta con sus anhelos mas profundos y esos anhelos no tienen que ver solo con uno mismo, si no que tienen que ver, en la relación con otros.
Esto aparece hoy a nuestros ojos y oídos como una utopía inalcanzable, ya que el diario acontecer en la escuela está muy alejada de estas aspiraciones que imaginamos……..
Queremos aportar aire fresco y esperanza, queremos que los educadores inspirados encuentren aquí una propuesta con fundamentos que les puedan servir, como elementos contundentes, que avalen sus intuiciones.
La crisis que hoy vivimos no solo afecta el ámbito educativo sino que abarca a la sociedad en su conjunto. Esta crisis encuentra sus más aberrantes signos en el énfasis cada vez mas marcado de externalidad, sin sentido, desconexión y violencia de unos seres humanos contra otros. Pero estos también son signos positivos ya que la situación no se sostiene y es necesario pasar por una crisis para poder crecer, dejando atrás lo viejo y construyendo lo nuevo.
Si el ser humano es un ser afectivo que busca dotar de sentido su existencia, que se proyecta al futuro, esto hoy no encuentra cabida en el ámbito educacional.
Aspiramos a una escuela que logre reconocer que el ser humano es un ser con intención que a partir de su experiencia construye aprendizajes, y que es en la relación con otros donde nos hacemos, sentimos y proyectamos. Hoy mas que nunca se necesita el despliegue de la creatividad, del trabajo colaborativo, de aprender a resolver conflictos, de construir conocimiento conjunto.
Este aporte ha surgido de una aspiración muy profunda del fondo de la conciencia y del corazón, y es que los seres humanos recuperemos esa Nostálgica Unidad Perdida, donde conectados construyamos un mundo de hermandad, de acogida entre nosotros los semejantes.
Que llevada al campo educacional, se traduce en la posibilidad de aportar en este ámbito, en el cual, se desaprovecha un tiempo maravilloso de las nuevas generaciones. Este podría ser el espacio de conexión, encuentro consigo mismo y con otros, de reconocer, de investigar, de establecer nuevas y livianas conexiones, creciendo, construyendo conocimiento conjunto. Donde a través del juego, los seres humanos nos podamos asombrar y maravillar de la diversidad social y natural que nos circunda.
Afortunadamente hay luces en las nuevas generaciones que son sensibles y criticas respecto a la incoherencia, entonces la nueva educación tendrá que distanciarse del paradigma racionalista decadente para ganarse el corazón de la gente y deberá dar muestras de estar realmente al servicio de la evolución humana.
En síntesis
En este libro se desarrollan los fundamentos filosóficos, antropológicos, neurofisiológicos y sicológicos de una propuesta educativa novedosa en cuanto considera la intencionalidad de la conciencia como factor relevante del aprendizaje. Da cuenta de que la Conciencia es Activa y por tanto construye realidades. Y se profundiza en un concepto de educación que enfatiza en habilitar a las nuevas generaciones, donde el contacto consigo mismo, con los registros del pensar, del sentir y del actuar son tan importantes como el contacto emotivo con los demás.