Estados Unidos examina *»toda la gama de opciones»* para responder a *»la horrible violencia»* ejercida por Gadafi contra su pueblo, dijo el presidente Barack Obama, al día siguiente de que la oposición libia reclamara una intervención de la ONU para frenar a los *»mercenarios»* empleados por Gadafi. *»La violencia debe parar. Muamar Gadafi ha perdido la legitimidad para liderar, y debe irse»*, agregó Obama en una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto a su par mexicano Felipe Calderón.
La rebelión libia rechazó por su lado de forma tajante la propuesta de mediación internacional del presidente venezolano Hugo Chávez. El secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, había dicho previamente que ese organismo *»estudia»* la propuesta de Chávez. Y el gobierno venezolano había indicado que Gadafi estaba dispuesto a aceptarla.
La comunidad internacional inició por otro lado una operación de repatriación por aire y mar de miles de refugiados egipcios que huyeron de la represión en Libia por la frontera con Túnez. Obama anunció que había autorizado el uso de aviones militares estadounidenses para participar en esa operación, que permitirá la repatriación de miles de egipcios que salieron de Libia por la frontera con Túnez.
Más de 100.000 personas huyeron de Libia desde el inicio de la rebelión. Según datos de la ONU, la represión dejó unos mil muertos, aunque según una organización libia de defensa de los derechos humanos el número de víctimas suma más de 6.000. En el terreno, los atemorizados habitantes del puerto petrolero de Brega, a 200 km al sudoeste del bastión rebelde de Bengasi, montaban baterías antiaéreas para protegerse de nuevas incursiones de la aviación de Gadafi.
Los bombardeos de este jueves no dejaron víctimas. El miércoles, los aviones habían apoyado un ataque terrestre que fue rechazado tras violentos combates que dejaron 12 muertos (nueve rebeldes y tres atacantes), según fuentes médicas.