Anonymous es un grupo de cyber activistas internacionales que se identifican como militantes a favor de la transparencia y la libertad en y sobre Internet.
Entre los sitios tomados ayer como blanco, figuran el portal en línea del gobierno malayo y las páginas web del ministerio de Información y de la Comisión de los Transportes Públicos.
Anonymous había advertido que atacaría el portal digital del gobierno de Kuala Lumpur para dar una lección a Malasia por haber censurado a Wikileaks.
*“Somos Anonymous. Somos Legión. No perdonamos. No olvidamos»*.
¡Esperadnos! es el famoso lema con el que reivindican sus ciberataques contra páginas web alrededor del planeta. Y lo hacen advirtiéndolo con anticipación.
Saltaron a la escena en 2008 con una protesta contra la Iglesia de la Cienciología, pero alcanzaron fama mundial con el caso de los cables de Wikileaks, cuando penalizaron a Visa, Mastercard, PayPal o Amazon, atacando sus sitios por darle la espalda a Julian Assange.
No tienen rostro, no tienen líderes ni portavoces, no tienen orgánica y su símbolo es la máscara del personaje revolucionario de “V” de Vendetta, la novela de Alan Moore llevada al cine en 2006.