18 hrs. del reciente viernes 03 de junio y en Plaza Italia, punto central de Santiago se congregan alrededor de quinientas personas contra el proyecto Hidroaysen, un conjunto de represas para generación de energía hidroeléctrica que inundara una gran zona de la Patagonia Chilena. Luego que en días anteriores sucedieron masivas manifestaciones con marchas por las calles, en esta ocasión un pequeño grupo de 150 personas la mayoría de no más de 20 años optó por realizar una velada no solo contra Hidroaysén sino que como ellos mencionaron contra *“todo un sistema violento y represivo que no permite la expresión de lo humano de la gente”*. La educación, la salud, los pueblos originarios, la corrupción, la concentración económica, la censura e innumerables temas más figuraban en cientos de pequeñas pancartas que fueron plantadas como consignas de lucha, mas lo primordial de este pequeño grupo fue su expresión claramente No-violenta.
Entrevistando a algunos de los participantes se desprende su anhelo de que este movimiento crezca, se multiplique y diversifique con la mayor libertad y horizontalidad posible, en esta atmosfera se realizó una asamblea donde además de intercambiar los sentimientos que les provocaba el hecho de ser protagonistas sin protagonismos de esta *“revolución total”*, como ellos le llamaban, se informó de decenas de actividades imbuidas por el mismo espíritu, de transformación social profunda con la no-violenvia como forma de acción. En comunas periféricas de Santiago y en otras ciudades ya se programan acampadas, asambleas ciudadanas, marchas y actos culturales. Asimismo, se acordó continuar con las asambleas abiertas y callejeras todos los sábados por la tarde.
Entre diálogos se intercalaron espontáneas muestras artísticas e intentando recuperar la pureza de infancia también se realizaron juegos. Fue sumamente interesante notar como los transeúntes apoyaban y se sumaban colocando sus servicios a disposición del conjunto. Hubo también espacio para expresión de la espiritualidad, *“esa espiritualidad que no distingue credos por que solo se apoya en lo que viene de lo profundo del ser humano”* como lo definió uno de los participantes.
Ya pasado de la media noche intentaron levantar tiendas de campaña lo que fue impedido por carabineros (policía), sin embargo, en muestra de honda sintonía, espontáneamente decenas de personas que se venían recién conociendo actuaron con la mayor unidad posible bajo el lema de la no-violencia, bajaron las tiendas y pasaron la noche sentados manifestándose silenciosamente pero no con menos efectos dado que la gente de igual manera se acercaba y daba muestras de su apoyo.
Según comentan los asistentes, el viernes pasado fueron ocho personas en vela, en esta ocasión ya fueron más de veinte, sin considerar los que se retiraron a altas horas de la noche o los que se integraron en el intertanto, nada mal para un movimiento que se gesta sin difusión masiva incluso en los medios alternativos informáticos. Pareciera que una nueva mística ya ha despertado en esta larga y angosta faja de tierra llamada Chile.